Mi nombre es Valerio Grotti, tengo 24 años y me subí por primera vez a una moto hace 8 años. Suelo montar en motos deportivas, a menudo en circuitos, pero un día Dainese me propuso que participara en un viaje al otro lado del mundo: las Dainese Expedition Masters. Mi primera vez en off-road fue en un viaje de 12 días el año pasado a Sudáfrica. Me encantan las nuevas emociones y precisamente por eso Dainese me invitó a la Patagonia para volver a vivir momentos increíbles.
Durante este viaje conocí a parte del equipo Dainese y a otros embajadores de la marca como yo. No conocía a nadie, pero todos estrechamos lazos de amistad, éramos un equipo fantástico. Viajar al otro lado del mundo con desconocidos es un poco loco, ¡pero al final esos fueron los mejores momentos de 2023! Conocer a otros entusiastas es algo extraordinario, porque tienen muchas cosas que contar. En particular, conocí a Fabien Barel, pluricampeón del mundo de mountain bike y fan de las motos, y también a Sinje Gottwald, una extraordinaria aventurera con una historia tan increíble como cautivadora, y luego a estadounidenses, austriacos, franceses... Gente procedente del mundo entero se ha reunido aquí en la Patagonia.
6 días y 1000 km de recorrido, entre El Calafate, Perito Moreno, Puerto Natales y Torres del Paine. El programa era duro, pero tenía muchas ganas de descubrir otros paisajes y culturas, pasando de la carretera al off-road, de los glaciares a una reserva natural, e incluso al desierto: resultó ser una sorprendente sucesión de terrenos diferentes y una experiencia fantástica.
Para la ocasión recibimos un paquete completo, para estar en las mejores condiciones posibles para afrontar este viaje. Dainese pensó en todo: una mochila especial para el viaje, un casco Adventure y todo el equipo de moto necesario para afrontar el calor, el frío, el viento, la lluvia y la variación de las condiciones climáticas de la Patagonia.
Casco: AGV AX9 Carbon: la mejor opción para hacer un viaje de este tipo. Es muy cómodo y, gracias a su gran visera, ofrece un campo visual muy amplio. Si no, se puede quitar con facilidad y ponerse una máscara para conducir off-road.
Conjunto chaqueta-pantalón: Dainese Hekla Absoluteshell™ Pro 20K: el mono Adventure por excelencia. Nunca me había sentido tan cómodo con un outfit de motociclista. El conjunto de chaqueta y pantalón es muy cómodo y agradable de usar, y es ideal para las temperaturas que encontramos en la Patagonia. Cuando tenía calor, bastaba con abrir las tomas de aire y refrescarme mientras conducía, mientras que en caso de lluvia podía cerrarlas y hacer que el mono fuera completamente impermeable. El último día cayó un aguacero muy fuerte, pero no sentí ni una sola gota de lluvia. Sin embargo, una mañana el clima era muy frío, con una temperatura de unos 5°C, pero gracias al forro extraíble de la chaqueta y de los pantalones no pasé nada de frío. El outfit es muy versátil y práctico, ofrece muchos bolsillos internos y externos para guardar artículos como teléfonos móviles, baterías de cámaras, documentos, etc. Independientemente del clima, todas mis pertenencias siempre estuvieron a mano y seguras, protegidas del frío o la lluvia.
Botas: TCX Infinity 3 Gore-Tex®: ¡Qué gran bota! Extraordinariamente cómoda, un aspecto que es imprescindible en viajes largos; la protección en tibia y tobillos es excelente: este factor es muy importante por caminos de tierra, para proteger contra las piedras que se levantan del suelo. Por último, las botas son sumamente fáciles de poner, por encima o por debajo de los pantalones Hekla, y son impermeables, así que podríamos cruzar un río sin mojarnos los pies.
Capas técnicas: Dainese Dry y Dainese Thermo: teníamos varias opciones según el clima. Es importante elegir bien porque cada prenda está diseñada para un uso concreto. El primer día, por ejemplo, hizo muy buen tiempo y para no pasar mucho calor y sudar durante el viaje, opté por el set Dry, el más ligero, que mantiene el cuerpo fresco y seco. Es mucho más agradable de llevar que una simple camiseta que, debido al sudor, se pega a la piel. Pero el último día, cuando hubo frío y lluvia, elegí el traje Dainese Thermo, para mantener la temperatura corporal y permanecer seco.
Guantes: Dainese Thunder Gore-Tex® + Dainese Karakum Ergo-Tek: opté por 2 pares de guantes, uno más de verano y otro específico para el invierno. Los guantes de verano resultaron muy agradables en la conducción todoterreno, por tener un mayor contacto con el manillar y estar protegidos en caso de caída, sin sentir demasiado calor, mientras que los Thunder Gore-Tex® me ayudaronmucho en los días frías, para no quedarme con las yemas de los dedos congeladas y mantenerme seco gracias al Gore-Tex®, que es lo ideal para la lluvia.
Impermeable, perforada o cuatro estaciones: el equipo perfecto para viajar
Tuvimos la suerte de dormir siempre en hoteles estupendos y con magníficas vistas. Era importante dormir bien en una cama cómoda, para descansar en vista de los largos días de conducción que nos esperaban, pero igual de importante era disfrutar de la naturaleza de la Patagonia. Dormir al lado de la playa, con vistas al mar y con los animales pasando frente al hotel, fue una experiencia maravillosa.
No tuvimos que pasar por demasiados trámites burocráticos para poder viajar a la Patagonia: son suficientes un documento de identidad, un pasaporte y un permiso de conducir internacional. Como precaución contratamos un seguro médico internacional que fuese útil en caso de una caída grave, pero no era muy caro y afortunadamente no lo necesité.
En cuanto al plan telefónico, decidí no comprar una tarjeta SIM local ni activar una oferta dedicada en mi plan por 2 razones: la primera es porque el wifi que teníamos en el hotel o a veces en el restaurante a la hora de comer era suficiente para compartir contenidos en redes sociales o hablar con mi familia, la segunda es porque quería sumergirme lo máximo posible en la experiencia de este viaje. Me conozco bien: sé que si hubiera tenido conexión en todas partes habría usado el móvil constantemente, en cada descanso, mientras que en este caso quería aprovechar para desconectar y disfrutar de la aventura durante el día en la moto. Por lo tanto, me conformé con conectarme a la red solo por la noche en el hotel o durante la pausa del almuerzo, cuando la conexión Wi-Fi estaba disponible en el restaurante (no siempre).
Tal y como he mencionado, mi única experiencia off-road fue un viaje por carretera de 12 días en Sudáfrica. Así que mi nivel es muy bajo, sobre todo porque no estoy acostumbrado a sentir la moto patinar en todas las direcciones, ya que en pista, a la que estoy acostumbrado, nos concentramos más bien en encontrar agarre. Por eso al principio tenía un poco de miedo a la hora de pilotar esta Ducati Desert X que no conocía lo más mínimo, en terrenos en los que tengo poca experiencia. ¡Pero al final todo fue genial! Todo el grupo pudo escuchar los consejos de Luca Bono, nuestro extraordinario guía que, con mucha paciencia, estuvo pendiente de nosotros constantemente para enseñarnos las nociones básicas del off-road, por ejemplo cómo colocarse sobre la moto y cómo reaccionar en caso de imprevistos. Por lo tanto, estábamos en buenas manos y esto fue muy tranquilizador para un novato en el off-road como yo.
3 aviones y 24 horas de vuelo para llegar a El Calafate. Es la primera vez que vuelo durante tantas horas, pero el tiempo pasa muy rápido porque voy muy bien acompañado. Conozco a todo el equipo de Dainese y admiro los extraordinarios paisajes que sobrevolamos durante este largo viaje. Llegamos al hotel a medianoche con una mezcla de muchas emociones, cansancio, jet lag, felicidad y curiosidad de estar al otro lado del mundo y ganas de conducir para descubrir la Patagonia.
¡Aquí llega el gran día! Alarma a las 08:00, desayuno con todo el equipo y Luca nos explica con calma todo lo que hay que saber sobre las Dainese Expedition Masters. Tenemos la agenda llena, pero no estamos aquí para descansar, así que al final, ¡es mucho mejor así!
Después de prepararme y ponerme mi increíble outfit Hekla, salgo corriendo para familiarizarme con la Ducati Desert X que conduciré en breve. ¡Qué bonita es esta moto, qué agradable y cómoda es! Enseguida me encuentro cómodo sobre el sillín. Desde el primer día admiramos con nuestros propios ojos paisajes asombrosos y una naturaleza salvaje increíble. Que alegría estar aquí en la Patagonia.
Nos ponemos en marcha. Empezamos con algo de off-road y al cabo de 30 minutos, Luca nos para a todos para hacer su primer curso de técnica de conducción. Sí, porque no nos aventuramos por las rutas previstas sin escuchar antes los buenos consejos de Luca, que nos explica la posición que debemos mantener y cómo reaccionar en caso de problemas, y nos corrige la posición a todos para que podamos conducir en condiciones de seguridad.
Cogemos una serie de pequeños senderos y llegamos a un camino estrecho con un sinfín de caballos y cabras... Nos bajamos de las motos y descubrimos un pequeño restaurante, perdido en medio de la nada. Decidimos comer aquí y degustar unos singulares platos a base de cordero y verduras. Después de un café y un breve descanso, salimos de Lago hacia la Península de Magallanes, un lugar extraordinario donde surge un enorme glaciar.
Cuando llegamos, seguimos un sendero que nos lleva directamente frente al glaciar Perito Moreno, para admirarlo más de cerca. La vista es impresionante y aterradora al mismo tiempo. Vemos y oímos cómo se rompen los trozos de hielo ante nuestros ojos. Es una locura. Nos tomamos unos momentos para apreciar el silencio que reina en este lugar, escuchar cómo se rompe el hielo y reflexionar sobre los problemas ecológicos que han llevado a este glaciar a reducir considerablemente su tamaño con el paso de los años... Es triste, pero también es sorprendente.
Chaqueta de moto Adventure con membrana impermeable y transpirable para usarse en todas las temporadas. Protectores blandos Pro Armor de nivel 2 en hombros y codos.
Luego, emprendemos el regreso al hotel en El Calafate. No hay tiempo que perder: una ducha rápida, nos cambiamos y nos vamos a un restaurante del pueblo donde me sirven el trozo de carne más grande que he visto en mi vida. Debieron ser al menos 600 g de carne solo para mí. ¡Era enorme, de verdad! Comemos bien, nos reímos y bromeamos, y al final llega la hora de acostarse.
No lo sé todavía, pero va a ser un día difícil. Aun así, la mañana empieza bien. Me despierto a las 6 por culpa de un vecino que hace ruido, así que decido aprovechar el amanecer para sacar unas fotos con mi dron y admirar el paisaje que rodea el hotel.
Después de un abundante desayuno, saldremos durante 5 minutos, que es el tiempo suficiente para llegar a la orilla del mar, admirar un panorama excepcional y sacar algunas fotos más. Al cabo de una hora, estábamos de nuevo en la moto y comenzamos a montar de verdad. La ruta de hoy es dura física y mentalmente. Tomamos la Ruta 40, un camino ancho que atraviesa uno de los desiertos más grandes del mundo: el desierto patagónico.
Durante kilómetros y kilómetros, no hay absolutamente nada a nuestro alrededor, solo un fuerte viento que sopla implacable de lado y nos obliga a equilibrar cuidadosamente el peso sobre la moto: ¡seguimos recto, pero la moto se inclina! Afortunadamente estamos bien equipados y con los guantes de invierno no tengo los dedos fríos, y el forro térmico de mi outfit Hekla me resulta muy útil. Después de cien kilómetros, por fin divisamos una gasolinera con un pequeño restaurante: decidimos comer aquí. Pero no podemos parar mucho rato, debemos reanudar inmediatamente el camino para cruzar la frontera entre Argentina y Chile.
Y así llegamos a Güer Aike, donde llegamos al paso aduanero para ingresar en Chile. Afortunadamente, Dainese ha pensado en todo y la organización se encarga de entregar la documentación de la moto, nuestros permisos de conducir internacionales y todos los documentos necesarios en el paso fronterizo. Retomamos las motos durante unos 5 km, y luego repetimos la operación por el lado chileno. Al cabo de 2 horas de burocracia, llegamos a un pequeño local de Torres del Paine en Cerro Castillo, donde hacemos una breve parada, para tomar un café y charlar con algunos lugareños y turistas que admiran nuestra Ducati Desert X.
Seguimos en la moto durante 45 minutos, entre carretera y tierra, hasta llegar al hotel. Pero antes de dormir es obligatoria una parada en un restaurante para degustar una carne muy especial… ¡guanaco! Está muy bueno, pero casi me da pena comerme este lindo animalito que parece una llama.
¡Aquí llegamos al asunto! Hoy nos dedicamos casi exclusivamente al off-road. Pero vale la pena, porque después de 2 horas conduciendo entre animales salvajes, desierto y paisajes impresionantes, llegamos al Lago del Toro. Aquí, una vez más, nos paramos para valorar el momento que estamos viviendo y nuestra experiencia. Aquí la naturaleza es extraordinaria. Aunque hace mucho frío y el viento es muy fuerte, todos vamos bien vestidos, nadie se queja y podemos contemplar serenamente un panorama fantástico.
Después de algunos consejos más de motociclismo de Luca, volvemos a subirnos a las motos hacia el restaurante para almorzar hoy, en el lugar más hermoso en el que haya comido nunca. Es un pequeño restaurante en medio de la montaña y al lado de un lago, en Pehoé. Comemos muy bien y aprovechamos los senderos cercanos para grabar algunos vídeos y hacer fotos que se convertirán en recuerdos imborrables.
¿Ya es hora de volver a casa? No. Falta una última parada en Laguna Amarga: el color del agua es extraordinario. Sin pensar en el cansancio, el frío o la lluvia, admiramos este impresionante paisaje.
Después de 80 km de off-road a la vuelta, por fin llegamos al hotel y esta noche Dainese nos tiene preparada una sorpresa: comeremos en un restaurante muy especial, ubicado dentro de un antiguo matadero. Dicho así puede que no suene emocionante, pero una vez que bajas descubres una sala inmensa con una enorme variedad de carnes. Vuelvo a comer el guanaco acompañado de carne de buey. Está delicioso. Y ahora a dormir, mañana es el último día en moto y hay que estar en forma.
Es el último día, desgraciadamente, y además hace frío. Pero no hay ningún problema: saco el juego de ropa interior Dainese Thermo, el forro de la chaqueta, los guantes de invierno y nos vamos. Nos encontramos otra vez en la gran Ruta 40 para cruzar la frontera y regresar a Argentina, con un pequeño desvío hacia Indeterminada, para escuchar los consejos de Luca que cruzará un vado bastante profundo, con la mitad de la moto sumergida en el agua. La temperatura solo es de 5°C, el viento es muy fuerte y llueve, pero estamos todos secos y abrigados, gracias a nuestros outfits que nos acompañan hasta el pequeño restaurante de Cerro Castillo.
Elegir un casco no es tarea fácil, sobre todo si eres principiante. Aquí tienes una guía completa sobre cómo seleccionar el modelo ideal para ti.
Una breve parada antes de volver a montar, para hacer más off-road rodeados de magníficos paisajes entre guanacos en libertad. Llegamos otra vez a Güer Aike, donde decidimos parar en plena naturaleza para hacer un pícnic todos juntos. Una breve parada, porque el camino es largo y aún nos queda mucho por recorrer, y conducir de noche está descartado porque sería demasiado peligroso. Atravesamos enormes llanuras repletas de piedras. Hoy el nivel de off-road es más difícil y el cansancio empieza a notarse. Es duro, pero seguimos los consejos de Luca para no caernos e incluso llegamos a divertirnos.
Un pequeño imprevisto mecánico nos obliga a parar unos minutos: el radiador de una de las motos se ha pinchado debido a una piedra, el vehículo de asistencia 4x4 lo recupera y continuamos nuestro camino.
Aún recorremos algunos kilómetros de camino tanto asfaltado como sin asfaltar para llegar por fin a El Calafate. Esta noche será la última en Argentina antes de regresar en avión al día siguiente, y Dainese vuelve a sorprendernos. Vamos a comer a casa de una pareja que ha decidido transformar su salón en un pequeño restaurante, Le Yenu Bistro, que recomiendo mucho. Los platos son deliciosos y nos reciben con los brazos abiertos. Una experiencia increíble. Tras la entrega de nuestros certificados de participación en la Dainese Expedition Masters, regresamos al hotel para descansar...
¡Pues no! Quedamos en ir a la ciudad a tomar una copa y celebrar este increíble viaje. Todo el equipo se reúne en el bar y hasta bien entrada la noche brindamos por esta loca experiencia con un equipo excepcional.
A la mañana siguiente, todavía nos quedan unas horas para disfrutar del buen tiempo y de la ciudad y con algunas personas decidimos visitar el centro a pie. Es una idea genial, porque conocemos a una pareja de franceses que cruza Argentina y Chile en una furgoneta. Hablamos con ellos un buen rato antes de regresar al hotel a recoger las maletas para ir al aeropuerto.
Después de un largo viaje de regreso de 24 horas y 4 vuelos, llego a Aix-en-Provence de noche. Estoy cansado pero feliz por haber vivido esta aventura excepcional y por haber conocido gente tan fantástica. Tengo la cabeza llena de sueños, recuerdos imborrables y una promesa: volver a viajar con esta banda de locos, para revivir la increíble experiencia de un Dainese Expedition Master.
¡Gracias Dainese, muchas gracias por todo!
