A los 12 años, mi primera moto fue una Montesa Cota 49. Hace 50 años, se desconocía la palabra GPS, pero aun así me aventuré en viajes de 200 km y más por el campo. A los 16 el gran salto, una Montesa Enduro 250. Ya tenía vocación por el off-road, el asfalto solo era para conexiones cortas. Desde hace 25 años organizo viajes y eventos bajo el nombre de Desorientados, nos hemos «desorientado» en Portugal, Francia, Italia, Marruecos, Mauritania y Senegal. Ahora, con todo el tiempo del mundo, sigo haciendo malabarismos para compaginar la moto y la familia. Y así será hasta el momento en que ya no pueda ponerme el casco.
Suena el despertador. Ya es hora de levantarse. Los participantes llegaron esta mañana temprano, sus motos les esperan desde hace horas y todo ha de estar listo para hacer algunos controles técnicos.
El Africa Twin Morocco Epic Tour 2022, un viaje organizado por el desierto en motos de enduro, empezó hace meses, pero hoy se hará realidad. Caras conocidas y caras nuevas. Abrazos, fotos, risas y muchas ganas de volver a empezar. Un «prólogo» de 8 km permitirá a los guías evaluar las habilidades de los pilotos. Esta es la parte más técnica del recorrido, un paso arenoso, nos dará la oportunidad de definir casi todos los grupos. Antes de la cena se hizo la presentación oficial del evento y después todos se fueron a descansar.
Amanece y en el parque cerrado ya hay mucho ajetreo. Cada guía forma un círculo con los miembros de su grupo donde se dan las instrucciones para esta primera etapa. Hay caras impacientes, nerviosas, mariposas en el estómago, sin distinción entre los veteranos y los que están en su primera Epic. Esta primera etapa, que se ha bautizado como «Oasis de montaña», es de tipo circular con senderos fáciles en un principio, pero con niveles de dificultad que aumentan a medida que pasan los kilómetros. Para los guías, será una oportunidad de observar el estilo de conducción de los participantes y, en función de las capacidades individuales, hacer los ajustes necesarios para que cada grupo sea lo más homogéneo posible.
Tras un enlace por carretera, comienza la primera etapa, un sinuoso sendero con superficie arenosa, un entretenido aperitivo del Africa Twin Morocco Epic Tour. Tras cruzar un primer río de arena, buscando la ruta más recta y, en principio, menos complicada, me doy la vuelta y veo que nadie me viene siguiendo. Hay participantes parados en el cruce de este tramo más técnico, otros con sus motos volcadas, algunos intentan buscar otra alternativa pero se dan cuenta de que es una opción aún más complicada. Así que me bajo de la moto y me dirijo hacia ellos para ayudarles en este primer paso: soy el líder del grupo 5 y tengo claro que esta edición será más dura de lo habitual y que tendremos que levantar muchas, muchas motos.
Hasta el punto de repostaje, mi grupo avanza sin más problemas, por unas pistas que invitan a disfrutar del paisaje. Repostamos en Alnif, unas Coca-Colas para recuperar algo de sprint y ya aparecen las primeras caras de cansancio. En cada parada charlamos, siempre hay un consejo que dar y poco a poco cada uno se despoja de esa especie de coraza en la que se refugia para no mostrar su lado más «humano».
A pesar de que el recorrido de esta primera etapa está calificado como de dificultad baja a media, la forma física es muy importante. Son muchas horas de off-road con una moto grande y pesada y Marruecos, tarde o temprano, pone a cada uno en su sitio.
Justo antes de llegar al merendero, una larga lengua de arena induce a los participantes a decidir que «ya está bien por hoy» y a regresar al hotel por carreteras de asfalto, dejando «para otra ocasión» el siguiente tercio de la ruta que, en mi opinión, es un hermoso encuentro con el desierto tal y como todos nos lo imaginamos. Un lugar de espacios infinitos, llanuras sin límites cuya extensión es difícil de determinar a primera vista, salpicadas de vez en cuando por algunas acacias y donde se pueden divisar algunos rebaños de dromedarios que la mayoría de los extranjeros inexpertos insistimos en llamar camellos.
Sin embargo, hay algunos en el grupo que quieren continuar, y no seré yo quien les prive de la oportunidad de seguir disfrutando del Epic; así que, durante el pícnic, hablo con el guía del grupo 4 para que se los lleve. También hay miembros de otros grupos que se han hartado y prefieren llegar al final de la etapa por carretera. Así todos están contentos y disfrutan plenamente del evento.
En el hotel, todo el mundo habla de su experiencia, unos junto a la piscina, otros en la sala de masajes, otros sentados alrededor de una mesa llena de vasos vacíos. Después de cada cena, los participantes reciben un briefing sobre la etapa del día siguiente y también se les envía un documento por WhatsApp, para que todos conozcan las peculiaridades de la ruta y los consejos a tener en cuenta para lo que les espera.
Antes de esta sesión informativa, el personal se reúne para hablar de: los médicos, los guías de motos, el equipo audiovisual, el equipo de mecánicos, los conductores de vehículos, el personal encargado del pícnic diario, el personal de Honda y el Director del Epic Tour charlan sobre los acontecimientos del día que acaba de pasar y de la etapa del día siguiente. Somos más de 40 personas las que nos aseguramos de que todo salga perfecto, porque damos por sentado que los participantes e invitados vienen a divertirse. Además, cada noche, después de cenar, los cinco guías de motos nos reunimos para hacer nuestro briefing de preparación para la etapa del día siguiente.
El despertador vuelve a sonar, amanece y nos espera otro hermoso día para disfrutar de nuestras motos de enduro en el desierto. Tras el desayuno, los participantes se dirigen al parque cerrado en busca de sus motos. Los mecánicos dedican muchas horas para que cada mañana todas las motos estén en condiciones de afrontar una nueva etapa. Los daños en las motos de los participantes se comprueban periódicamente (protectores de manos rotos tras una caída, espejo retrovisor, reparación de pinchazos - durante la etapa, los coches de cierre llevan consigo un juego completo de ruedas para que, en caso de pinchazo, se cambie la rueda pinchada rápidamente por otra sana, etc.). También se necesitan piezas de recambio más difíciles de encontrar: aunque no te lo creas, si una moto vuelca mal siempre habrá una piedra escondida que saldrá de la nada y estropeará el cárter del motor, por muchos protectores que hayas instalado.
El equipo que nos proporciona cada día los espectaculares pícnics está formado por dos furgonetas y un camión 6x6 que se ubican en el lugar elegido aparcando en forma de U, para que si sopla el viento podamos comer con la menor incomodidad posible y dispongamos de sombra extra gracias a la altura de los vehículos. El montaje es una locura: dos tensoestructuras con ventiladores que rocían agua crean un espacio donde protegerse de las altas temperaturas típicas del lugar y que puede acoger simultáneamente a tres grupos sentados a las mesas.
Los participantes entran en este espacio gastronómico y, mientras se quitan las chaquetas y se aflojan las botas, pueden saciar su sed con bebidas frías y refrescarse con entremeses de jamón, queso y embutidos variados, patatas fritas, sopas, incluso callos con garbanzos, mientras esperan a que se prepare el plato principal del día. Fruta, dulces, café, agua fresca para el camelback... ¡Y nada de siestas! La situación a la sombra es muy agradable, pero hay que seguir el viaje.
Pasan los días y el cansancio se apodera de los participantes, lo que provoca caídas. Afortunadamente, todos los heridos leves fueron atendidos in situ por el equipo médico. Sin embargo, para quienes lo desean, el hotel dispone de un servicio médico todos los días a horas fijas.
Una vez más nos despertamos con el sonido del despertador, amanece y es hora de ponerse la «armadura». No menos importante que una buena moto que nos haga apreciar el desierto marroquí en todo su esplendor es contar con un equipo cómodo que nos deje plena libertad de movimientos sin ir sobrecargados. Dainese, patrocinador del Africa Twin Morocco Epic Tour, volcado con la mejora constante de la seguridad activa de los motoristas en todo tipo de rutas, nos proporcionó a los guías del Epic la ropa ideal para el duro recorrido por el desierto, con la que siempre nos sentimos cómodos y protegidos. De hecho, tuve una mala caída el primer día y, gracias a un buen equipo, evité una posible lesión que me hubiera impedido continuar la aventura.
En un entorno inhóspito como el desierto, además de la protección contra los impactos, es imprescindible llevar ropa que nos permita circular con un confort térmico perfecto. Necesitamos una chaqueta resistente pero transpirable para no sufrir por el calor, mejor aún si tiene mangas desmontables, los brazos estarán protegidos por la safety jacket que llevemos debajo. Lo mismo pasa con los pantalones, se precisa resistencia pero también ventilación, mejor tener tomas de aire que abrir o cerrar en caso necesario.
Para proteger el pie y el tobillo, en una situación 100 % off-road como esta, necesitas una bota para todoterreno puro o una bota de aventura, que no solo proteja el pie y la articulación, sino que sea alta y suba por la espinilla. También para el casco, las mejores soluciones son un modelo de motocross o adventure, con visera o máscara y con pico para proteger los ojos del sol.
Una cosa muy importante, más en ambientes calurosos que en otros lugares, es una mochila con una bolsa de agua. Tener un buen suministro de agua y poder beber siempre que sintamos la necesidad, aunque ya no esté fresca al cabo de unas horas, evitará que nos deshidratemos.
Es el último día, y es el momento de la foto de lo que se ha convertido en una familia. Mientras los camiones, los 4x4 y las furgonetas ocupan su lugar en el encuadre, los participantes estamos en un refugio al pie de las dunas esperando a que nos llamen para agruparnos y hacernos las fotos de rigor.
A estas alturas todos se conocen, los participantes y los invitados hablan, algunos toman una taza de té, otros se refrescan y otros se dan ánimos para afrontar un desafío improvisado en la duna. Kiriam y Rodolfo vuelven a deleitarnos con sus habilidades de pilotaje. Un participante valiente/imprudente del grupo 5 penetra en las dunas. Se ha caído en un sinfín de ocasiones, pero sabe que una oportunidad así puede no volver a presentarse y ha aprendido a disfrutar del evento de Honda y a hacerlo todos los días. Este es el espíritu que nos define. ¡Hip, hip, hurra!
La foto salió estupenda, pero además el equipo de fotógrafos y cámaras no paró en ningún momento. Se colocaron en lugares increíbles a la espera de la toma perfecta. A medida que nos desplazábamos, el dron nos filmaba, y también se hacían pausas para preparar varias tomas fotográficas y de vídeo. Estaban allí, capturando cada momento, sin importar si íbamos por carretera, nos veíamos envueltos en una situación complicada, disfrutábamos de la piscina o íbamos de camino al parque a revisar la moto.
Se acerca la conclusión, es hora de clausurar el evento. Rostros aliviados por haber terminado el viaje sanos y salvos, pero también llenos de satisfacción por haber superado cada etapa y otros decepcionados por no haber podido aprovechar todo lo que se ofrecía y optar por el aspecto más cómodo y «vacacional» de la experiencia. En cualquier caso, todo el mundo estaba contento y la organización mucho más. Fue una de las Epic más difíciles y complicadas, porque no hay que olvidar que en marzo de 2022, cuando decidimos volar a Marruecos y alquilar un 4x4 para hacer un reconocimiento de las rutas, aún teníamos una cierta incertidumbre por el Covid y no teníamos claro si la cuarta edición del Africa Twin Morocco Epic Tour se iba a celebrar o no.
Ahora hemos llegado al final y cito estas palabras directamente del Libro de Ruta que escribimos todos los que participamos en esta edición: «... este viaje ha llegado a su fin y no podríamos estar más orgullosos de lo que hemos logrado juntos. Mírate. Ya no eres el mismo desde que decidiste embarcarte en esta aventura. Ahora tienes más sueños, más historias que contar y más amigos.
Ha sido genial, ¿verdad? Estabas en el mejor lugar del mundo para desafiar tus límites y superarte a ti mismo sobre el sillín de tu Africa Twin, la moto perfecta para vivir una experiencia como esta y descubrir las profundidades de un Marruecos auténtico, puro y virgen.
En nombre de Honda, queremos agradeceros otra vez todo el entusiasmo que habéis puesto en cada kilómetro, ha sido igual de especial para nosotros. Tanto es así que ya estamos preparando la aventura del año que viene.
Y sí, hemos llegado, pero es inevitable preguntarse qué es lo que nos espera.
¿Nos vemos en el próximo tour?»