La certificación de chaquetas y pantalones técnicos para moto se rige por una normativa europea, la EN 17092:2020. Esta deja claro, a través de un sistema intuitivo de letras, que deben quedar claramente reflejadas en las etiquetas de los productos, la capacidad de resistencia a la abrasión, al desgarro y a la resistencia de las costuras de las prendas de ropa.
Las prendas de la clase A también se denominan lightweight (es decir, «ligeras») y son menos protectoras que las prendas AA (mediumweight, de peso medio) y AAA (es decir, prendas heavyweight, «pesadas»).
Para determinar la clase de resistencia, las prendas se someten a pruebas de abrasión a diferentes velocidades en diferentes zonas: existen tres «zonas de riesgo» diferentes, clasificadas según el riesgo de que dichas partes de la prenda entren en contacto con el asfalto durante una caída. La Zona 1 es la más expuesta, tradicionalmente es la cubierta por protecciones rígidas, y está compuesta por hombros, codos, caderas y rodillas; la Zona 2 incluye los brazos, la espalda, los glúteos y la parte exterior de las piernas. La zona 3 es la que menos está sujeta a impactos y abrasiones: pecho, abdomen, interior de los brazos e interior y parte trasera de las piernas.
Las pruebas de abrasión se llevan a cabo mediante una máquina para el llamado «test de Darmstadt», que simula el deslizamiento sobre el asfalto del material sometido a examen. La pruebas se considerarán superadas si, al terminar, los tejidos no han sufrido roturas ni agujeros superiores a 5 milímetros.
El test para la Zona 1 de las prendas de la clase AAA se lleva a cabo, por ejemplo, simulando una caída a 120 km/h, que corresponde a una velocidad de 707 rpm (revoluciones por minuto) de la maquinaria especial utilizada. A modo de comparación, para la misma zona de riesgo, se prueba una prenda de la clase AA a una velocidad simulada de 70 km/h (412 rpm), mientras que una de la clase A lo hace a una velocidad de 45 km/h (265 rpm)
Además de estos tests, las prendas se someten a pruebas relacionadas con la resistencia de las costuras. Todo ello contribuye a crear una valoración final.
A fin de cuentas, realizar una prenda sumamente duradera es fácil: solo hay que usar telas muy gruesas y resistentes, a expensas de la flexibilidad y el confort. ¿La desventaja? Estas chaquetas y pantalones serán prácticamente inutilizables para montar en moto. Los motoristas, para sus desplazamientos, ya sean de corta o larga distancia, necesitan seguridad, pero también comodidad y libertad de movimientos. En esto Dainese ha logrado encontrar un equilibrio perfecto entre estas necesidades, gracias a materiales como la piel y otros tejidos patentados.
La comodidad y la libertad de movimientos no deben considerarse «de más». Se trata de factores esenciales que contribuyen a la seguridad activa que proporciona una prenda al usuario. La inocuidad de una prenda, la capacidad de no dañar al usuario que la lleva, es otro de los criterios según los que cuales se asigna la certificación.
La capacidad de poner a un piloto en las condiciones de evitar un traumatismo es precisamente lo que llamamos seguridad activa, el valor fundamental de cada producto de Dainese. Debe tenerse en cuenta que cualquier motero, menos fatigado o agobiado gracias a una prenda cómoda y ergonómica, será menos propenso a la disminución de la concentración o a encontrarse en situaciones de emergencia a la hora de conducir.
Desde Giacomo Agostini hasta Valentino Rossi, Dainese lleva 50 años protegiendo a los pilotos más aclamados de la historia del Campeonato del Mundo y a los moteros de todo el mundo con sus propias prendas de cuero.
La piel, como ya sabemos, es el material por excelencia de la ropa para moto, utilizado desde los albores de la disciplina. Una protección natural que combina elasticidad y resistencia a la abrasión con la comodidad del usuario. Un material con un rendimiento que no puede replicarse artificialmente: ningún sustituto puede igualar sus características en cuanto a peso, grosor y elasticidad. Cualquier piel sintética alcanza, más allá de una determinada velocidad de rozamiento, temperaturas que llevan a la fusión del mismo y, por lo tanto, a una degradación muy rápida.
Las prendas de piel son la mejor opción para quienes buscan una prenda deportiva con las mejores propiedades de resistencia a la abrasión, tanto para un uso en pista como para conducción por carretera.
Para los monos de touring más avanzados, Dainese ha diseñado un tejido especial llamado Trixior. Desarrollado gracias al conocimiento acumulado en los estudios aeroespaciales realizados para las misiones con ESA y MIT, se trata de un material sintético que nace gracias a un prototipado virtual.
Con esta metodología, el departamento de I+D ha desarrollado un tejido con geometría y grosor controlados, donde cada zona se prepara con un entramado de materiales que cuentan con propiedades diferenciadas. Trixior es una combinación de materiales específicos resistentes a la abrasión, al desgarro y al mismo tiempo especialmente flexible, creada según el profundo conocimiento de Dainese en el campo de la ergonomía y la seguridad. El Trixior, situado en las zonas más expuestas (como hombros, codos y rodillas) combina una excelente flexibilidad y resistencia a la abrasión, optimizando la libertad de movimientos del usuario.
Los materiales como el Trixior equipan las prendas más avanzadas, desarrolladas para proteger mejor a los motociclistas en todas las condiciones climáticas y para facilitar la libertad de movimientos para no cansarse después de un día entero conduciendo.
La categoría de certificación de una prenda es una indicación sumamente importante. Tal y como hemos explicado, una chaqueta confeccionada con un material muy grueso y resistente no tiene porqué ser la mejor, ya que sin duda tendrá que cargar con un mayor peso y rigidez. El cumplimiento de la normativa europea, como la EN 17092:2020 o la EN1621 (la especificación que regula las protecciones), es un requisito esencial para cualquier prenda protectora, y siempre es bueno comprar y conducir estando informados, especialmente cuando en ello nos va la vida.