Salir en mtb en verano sin algunas precauciones puede resultar agotador debido a las altas temperaturas. ¡Estos son algunos consejos para disfrutar del viaje incluso con el calor!
Hay varias corrientes de pensamiento sobre el hecho de salir en MTB en verano. Hay quien piensa que no hay mejor época para pedalear, sobre todo por la duración infinita de los días; en cambio, otros piensan que es la peor época, sobre todo por el calor insoportable. Estos son los dos extremos: en nuestra opinión, es una estación excelente para disfrutar de tu MTB, sobre todo si tienes la posibilidad de organizar un paseo en bicicleta por la montaña, siempre y cuando tengas cuidado de no sufrir demasiado con el sol abrasador y las altas temperaturas.
A continuación, te damos una serie de consejos para que estés bien preparado durante tus rutas de MTB en verano.
Puede parecer lógico, pero el primer consejo que nos apetece darte es que salgas con la bicicleta de montaña en las horas mejores; sobre todo, en uno de esos días de bochorno sin brisa, evita las horas centrales del día. Temprano por la mañana (incluso muy temprano) es lo ideal: despertarse al amanecer y salir en bicicleta el tiempo necesario. Una forma alternativa de empezar el día de la mejor manera y con una energía positiva que también tendrá beneficios en el trabajo u otras actividades. Si te cuesta levantarte tan temprano, una alternativa siempre válida es salir por la tarde o incluso de noche, equipándote con una linterna especial para aplicar al casco o al manillar. Esta también es una aventura original.
Otro consejo es beber mucho, incluso más de lo que creas necesario. Pero no solo durante la actividad deportiva, también es importante mantenerse hidratado durante todo el día para estar mejor preparado. Sopesa usar sales minerales (en polvo para diluir o preparadas), para reponer todas las sustancias que se expulsan con el sudor. Hay muchos tipos y marcas, te aconsejamos que pruebes varios y decidas por ti mismo cuál es el más eficaz para ti. Es preferible beber pequeños sorbos y a menudo, es mejor que beber mucho de una sola vez.
Para las largas salidas de verano, la clásica botella de 0,6 litros aplicada a la bici ya no es suficiente. Como mínimo necesitas hacerte con una botella más grande, las hay de 0,8 y te permiten aumentar la autonomía, pero no más de dos horas. Las mejores soluciones son una mochila pequeña o una bolsa de mtb con una bolsa de agua. Contienen en promedio al menos 1 litro de agua, pero casi siempre 1,5 o 2: de esta forma se puede planificar una ruta de varias horas sin estar obligado a acudir a la fuente para repostar.
Como hemos mencionado, con la sudoración intensa se pierde energía, así como agua, sales y otras sustancias. No te limites a beber: si tienes pensado estar fuera más de un par de horas, lleva algo de comer, barritas energéticas, fruta o frutos secos, que son los remedios ideales. Lleva siempre algo de dinero, nunca sabes si has de hacer una parada en el bar en caso de emergencia.
Otra precaución a la hora de salir en MTB en verano es elegir, en la medida de lo posible, itinerarios por lugares frescos. Si puedes, planifica tus paseos por colinas o montañas, y, a ser posible, entre los árboles; evita en lo posible las subidas más duras sin sombra y los llanos, donde el aire suele estar más quieto y la temperatura más alta. Pero ten cuidado, aunque haga más fresco en las montañas, el sol pega aún más fuerte y existe el riesgo de quemaduras solares. Evítalas de la manera siguiente.
Presta mucha atención al elegir la camiseta, ya sea de manga larga o corta: si tienes la piel clara y delicada, especialmente para salidas en alta montaña, opta por la manga larga, de lo contrario existe un alto riesgo de quemarte los brazos. Como alternativa, un protector solar puede ser suficiente, pero debe elegirse y aplicarse metódicamente. Busca uno que sea «resistente al agua», para que no se elimine con el sudor, y aplícalo media hora antes de empezar el viaje para que tenga tiempo de absorberse.
Ten cuidado y no exageres. El calor extremo es un mal aliado para tu rendimiento. Así que no te tomes el verano como un momento para probar entrenamientos demasiado exigentes. Si haces sesiones muy largas, puedes usar un pulsómetro para mantener los latidos bajo control y, si son demasiado altos, reducir el ritmo. Uno de los cálculos posibles para estimar la frecuencia máxima es la fórmula de Tanaka: 208 – (0,7 x edad). Por ejemplo, en el caso de un treintañero el cálculo sería el siguiente: 208 – (0,7 x 30) = 187. Naturalmente, es un método aproximado que no tiene en cuenta las características individuales, pero es útil para tener una idea bastante buena del límite de cada persona. Para hacer un análisis exacto será necesario consultar a un especialista.
La actividad física beneficia tanto al cuerpo como a la mente, pero debe dar como resultado una sensación de vigor y relax, no de agotamiento y despojo de toda energía.
Ya sabes lo imprescindible que es un casco MTB (abierto o integral) para proteger la parte más preciada del cuerpo. Y en este caso no solo de las caídas, sino también la cara de los rayos del sol. Los cascos de bicicleta de montaña modernos, incluso los cascos integrales, están diseñados para facilitar el paso del aire, para permanecer cómodos incluso con altas temperaturas. Las gafas de sol también son importantes, para proteger no solo del aire, insectos y escombros, sino también de la luz más intensa.
Hay algunos complementos que un buen ciclista no puede dejar de llevar en la mochila. Entre ellos se encuentra lo siguiente:
Si tienes pensado salir en bicicleta de montaña, tanto si hace buen tiempo como si hace malo, lleva siempre esta pequeña lista de artículos para hacer frente a cualquier emergencia.
Una de las cosas a las que tendemos a renunciar cuando suben las temperaturas son las protecciones. Siempre es un error: primero, porque te estás arriesgando sin necesidad; segundo, porque las protecciones modernas son casi imperceptibles una vez puestas. Por ejemplo, las rodilleras Trail Skins Air están diseñadas para garantizar la libertad de movimientos y, sobre todo, la máxima ventilación, incluso a baja velocidad: te olvidarás de que las llevas puestas después de unos minutos, tanto cuesta abajo como cuesta arriba. Lo mismo puede decirse de los guantes, y además: ¿sabes lo resbaladizos que pueden ser los mangos cuando se agarran con las manos sudorosas?
Aparte de las protecciones, lleva siempre ropa técnica de mountain bike: favorece la transpiración, dejando que el sudor se evapore y ayudando a la termorregulación del cuerpo.
Para la práctica de la MTB, el verano puede ofrecer grandes días, pero es necesario tomar algunas precauciones para no quedarse sin energía en poco tiempo. No renuncies a la ropa técnica ni a las protecciones: si las eliges con cuidado, te ayudarán a sobrevivir al calor. Y podrás concentrarte en disfrutar de la experiencia en tu bicicleta de montaña.