Una de las actividades más fascinantes que puedes practicar con tu MTB es organizar un viaje de dos días o más, mejor en la montaña. No hay nada que te haga sentir en contacto con la naturaleza como un viaje en bicicleta, garantizado. Y si sabes adaptarte y no tienes grandes expectativas, puedes incluso aventurarte a dormir bajo las estrellas. Sin embargo, aunque cueste poco o nada sobrevivir, hay un par de precauciones que son necesarias para disfrutar de una experiencia increíble y no encontrar más dificultades de las necesarias.
La práctica de viajar en bicicleta se llama bikepacking y es un concepto nacido en Estados Unidos, más precisamente con motivo de carreras de larga distancia, en recorridos que no se podían completar en un solo día. Todo se basa en la autosuficiencia: quienes hacen bikepacking llevan consigo todo lo necesario, incluyendo bebidas y comida. Por supuesto, se aplican los consejos básicos: las primeras veces no te aventures por rutas de más de un par de días y sobre todo no escales caminos demasiado difíciles. Echa un vistazo al tiempo antes de salir (evita la lluvia, al menos la primera vez) y sobre todo realizar un control preciso de la bici, para que no haya imprevistos a unos cientos de metros de la salida o, peor aún, en el medio de la nada. Un último consejo: para dormir, apóyate en estructuras como refugios o vivacs, para no tener que llevar tiendas de campaña o catres, que sobrecargarían mucho la puesta a punto de la bicicleta.
Y hablando del clima: uno de los consejos más importantes es vestirse a capas. Tener más ropa disponible es esencial, especialmente en las montañas donde la temperatura y el clima pueden cambiar en cuestión de minutos. En cualquier estación. Empezando por el interior, recomendamos llevar una camiseta de tejido técnico transpirable en lugar de la clásica camiseta de algodón. El motivo es muy sencillo: los tejidos técnicos respiran y se secan más rápido. Las camisas tradicionales, por otro lado, tienden a empaparse, especialmente en caso de sudoración intensa.
Como ya te hemos dicho, los días especialmente fríos o, más simplemente, las tormentas repentinas también pueden ocurrir en verano. Por lo tanto, necesitas una capa externa, la llamada shell, que es impermeable pero al mismo tiempo transpirable, para no obtener el resultado indeseable de encontrarte mojado debido al sudor estancado. Una chaqueta de MTB debe estar hecha de una membrana impermeable elástica, tener numerosos bolsillos, ventilaciones regulables y ocupar poco espacio cuando está plegada. Presta atención a las costuras: deben estar tapadas con cinta adhesiva, de lo contrario, el agua se filtrará a través de los pequeños agujeros que tienen.
En verano, durante una ruta en MTB por la montaña, puede resultar muy útil. Sabemos de sobra que, en la montaña, por la mañana y al caer la tarde siempre hace mucho más fresco que en las horas centrales, por lo que una chaqueta técnica sin mangas puede ayudarnos a proteger el torso del viento, la zona del cuerpo más sensible, excluyendo las extremidades. Los modelos más modernos incorporan un acolchado ligero en la zona delantera, mientras que en la parte trasera están confeccionados con un tejido especialmente transpirable para permitir un intercambio de calor óptimo.
La protección más importante de todas es el casco, que debe llevarse puesto en todo momento, tanto en viajes en bicicleta de varios días como en sesiones cortas de entrenamiento vespertino. Puedes elegirlo integral o abierto, aunque para trayectos más largos, quizás con un recorrido más suave, te recomendamos el modelo abierto para mayor practicidad. En el caso de una ruta por la montaña, por caminos alpinos especialmente exigentes, el casco integral sigue siendo una opción válida gracias al inmejorable nivel de protección que ofrece. En pleno verano, no olvides tus gafas de sol o, en su defecto, tus gafas de MTB. Otro tema relevante es la protección para viajar en bicicleta. Los protectores modernos, además de ofrecerte un alto grado de protección, son casi imperceptibles una vez puestos. Un ejemplo son las rodilleras de MTB Trail Skins Air Knee Guards, diseñadas precisamente para garantizar la máxima libertad de movimientos y ventilación. Te olvidarás de que las llevas puestas después de unos minutos.
También hay otros artículos que debes llevar contigo en un viaje en bicicleta. Los pantalones cortos, que deben combinarse naturalmente con una badana, y que deben ser ligeros y estar equipados con amplios bolsillos con cremallera. Para hacer frente al clima impredecible, lleva también un par de guantes de repuesto. Y luego al menos una cámara de aire de repuesto o un kit de reparación de neumáticos sin cámara, una bomba, un falso eslabón para la cadena y la clásica multiherramienta, un cepillo de dientes, una camiseta de dormir, una botella de agua y una pequeña provisión de alimentos (las barritas energéticas son especialmente útiles, pero tampoco se debe subestimar un sándwich clásico).
Como cualquier actividad, hacer un viaje en bicicleta requiere algo de planificación. Sobre todo en cuanto a la ropa, y sobre todo si el viaje es principalmente por la montaña. Fíate y sigue estos pequeños consejos para disfrutar al máximo de tu viaje en MTB.