Si eres motero, sabrás cuánto tiempo se tarda en encontrar el casco correcto. Hay varios parámetros para elegirlo: el uso que se hará del mismo (en la pista, para turismo, para la ciudad, etc.), el nivel de protección garantizado, el confort...no es fácil elegirlo, sin duda alguna. Y la razón es que, para nosotros los motociclistas, el casco es una prioridad absoluta.
Dada su importancia, también estarás de acuerdo en que el casco merece todas las atenciones que requiere. No son muchas, pero son fundamentales. Te damos algunos consejos para limpiarlo e higienizarlo, para mantenerlo siempre brillante y en perfectas condiciones. Esas operaciones que sería mejor hacer justo antes del inicio de la temporada de moto, pero que en realidad nunca es tarde para llevarlas a cabo. Aprovechamos para recordarte que, si se somete a un impacto violento con el consiguiente daño a la calota y al EPS, o tras un periodo de cinco años, el casco debe sustituirse, en este último caso porque con el paso del tiempo algunos materiales del interior y el propio EPS (poliestireno expandido) pueden degradarse y perder sus cualidades protectoras.
Es una tarea sencilla, solo hay que limpiarlos depósitos «inoportunos» que se acumulan en la visera, como polvo, tierra, lluvia y los inevitables mosquitos. Es una cuestión de seguridad, no es difícil entender que una vista perfecta de la carretera es fundamental, en todo tipo de condiciones. ¡Así que hay que llevar siempre la visera limpia!
En primer lugar, haz las cosas con tranquilidad: no limpies la visera del casco cuando estés en marcha. La visera se limpia estando parados, también porque si intentas limpiarla con un guante mientras conduces empeorarás la situación, arriesgándote entre otras cosas a rayarla. Por lo tanto, apoyándote en una mesa, puedes desenganchar la visera del casco y quitar el Pinlock para limpiarla a fondo, hasta por la cara interna. Entonces, puedes utilizar un limpiador multiusos y el paño de AGV, o, como alternativa, un paño suave humedecido con jabón neutro y agua tibia. Ayúdate con un cepillo de dientes para limpiar las partes cercanas al mecanismo de enganche.
Ten cuidado también durante la fase de secado: no utilices fuentes de aire caliente directo ni materiales que puedan rayar la superficie, especialmente si es mate (más delicada que la clásica transparente brillante). Mejor usa un paño suave, limpio y si es posible de microfibra.
Una vez que la visera se haya secado, una buena solución puede ser aplicar un tear off. La lente de enganche no es una prerrogativa de la conducción en pista: también es útil en la carretera para proteger la visera de los escombros. Si tu pantalla tiene ya un par de temporadas, empieza a pensar en una nueva. Para ello, también puedes añadir a la pantalla un nuevo Pinlock, que te servirá sobre todo en días fríos o húmedos.
Lo que hemos visto respecto a la visera, vale también para la calota exterior del casco; no solo para que brille como si fuera nueva, sino también para comprobar si hay arañazos o signos de desgaste. También en este caso, te aconsejamos desmontar la visera, para poder limpiar los rincones más inaccesibles. Utiliza el limpiador y el paño AGV específicos o, como alternativa, un paño suave humedecido con agua y jabón neutro. No frotes demasiado fuerte, es mejor tardar un poco más, dejando que la suciedad se ablande para eliminarla con mayor facilidad.
Evita estrictamente todos los productos de limpieza genéricos, no son específicos para tu casco. Podrían contener disolventes u otros ingredientes agresivos, peligrosos para la pintura exterior, entre otras cosas.
El interior del casco está en contacto directo con la piel de tu cara, a veces durante muchas horas, por lo que vale la pena lavarlo y desinfectarlo con frecuencia. Si es extraíble (en la mayoría de los casos se pueden desmontar el acolchado superior y el de las mejillas), puedes lavarlo en agua caliente, incluso en la lavadora, hasta un máximo de 35 °C con jabón neutro. También puedes pasar un paño húmedo por las partes internas de la calota, partes que antes quedaban escondidas por el acolchado del casco; lo importante es que el poliestireno no entre en contacto directo con el agua.
Posteriormente, deja que el interior se seque al aire libre, pero sin exponerlo a fuentes de calor directas, como los rayos del sol, un secador de pelo, radiadores... Antes de volver a montarlas, asegúrate de que todas las piezas estén perfectamente secas para evitar la formación de malos olores y moho. En caso de partes interiores muy desgastadas, puedes optar por sustituirlas por completo con un conjunto nuevo.
Sin embargo, para interiores no extraíbles puedes pasar un paño humedecido con jabón neutro y agua tibia, pero si usas mucho el casco, puede que te convenga sustituirlo por uno con un interior extraíble.
En cualquier caso, para evitar imprevistos, es recomendable consultar el manual de usuario de tu casco para asegurarte de cuál es la mejor manera de higienizar el interior de ese modelo en concreto.
Si eres motero seguro que eres consciente de la importancia del casco, cuando hablamos de protección. Pero, como habrás entendido, mantenerlo limpio y ordenado también es una cuestión de seguridad, así como de confort. Es importante para disponer siempre de una visión perfecta, para comprobar si la calota está siempre en perfectas condiciones y el interior fresco y higienizado.