«Cuatro ruedas mueven el cuerpo y dos mueven el alma». Seguro que ya has oído esta frase, y te podemos confirmar que… es así. En un mundo cada vez más tecnológico, conectado y vanguardista, paradójicamente necesitamos distraernos cada vez más con algo que nos ayude a desconectarnos aunque sea un rato. Y la moto está entre los mejores digital detox, nada que pueda compararse al coche. Un toque de acelerador es suficiente para acabar con un día de reuniones pesadas, y una vuelta en moto con tus amigos puede enderezar toda una semana maltrecha. Pero queremos darte algunas indicaciones concretas de por qué, si aún no lo has hecho, deberías comprarte una moto. Estas son cinco buenas razones.
La primera razón por la que deberías tener una moto es porque mejora el bienestar psicofísico. No hace falta decir que hay muchos estudios científicos al respecto: lo que has de saber es que cada vez que aceleras, tu cuerpo libera grandes cantidades de adrenalina y otras hormonas, que a su vez desencadenan estímulos positivos en el cerebro. Además, a diferencia del coche, la moto se conduce con todo el cuerpo y no solo con los brazos: ya habrás entendido que esto supone una activación del sistema cardiovascular, con todos los beneficios consiguientes.
Por último, llevar una moto mantiene alto el umbral de atención (los motociclistas somos la parte débil, en la carretera: conducir con más cuidado es una cuestión de necesidad) y eso mejora los reflejos. Por no hablar del equilibrio, que en todo caso estarás obligado a desarrollar.
La segunda consideración es más práctica y concreta, sobre todo si siempre llevas prisa: moverse en moto ahorra tiempo. No hay nada mejor: si hablamos de ahorrar tiempo, la moto le gana al coche 10 a 0. Porque en moto puedes escurrirte entre el tráfico (sin exagerar, claro); porque nunca más tendrás problemas para encontrar aparcamiento; porque a menudo, sobre todo en las grandes ciudades, las motos pueden circular por vías de tráfico limitado, donde los coches normales no pueden transitar. Pronto descubrirás lo corto que puede ser el traslado de casa a la oficina, que solías hacer en coche todas las mañanas.
Cualquier motociclista sabe que una moto lista en el garaje es una excusa perfecta para ir a algún sitio, sea el que sea, siempre que tengas tiempo libre. Ahora lo sabes tú también. Ya sea para dar un paseo por el centro con amigos, hacer una excursión a la montaña o simplemente para tomar un poco de aire, ella está ahí esperándonos. En realidad, no tiene que haber una razón para subirse al sillín. Con tenerla en el garaje es suficiente. Y esto nos lleva tanto al punto 1, un paseo en moto es la cura perfecta para cualquier tipo de estrés psicofísico, como al punto 4, el siguiente. Una excursión por el campo, en moto, adquiere un sabor muy diferente.
En coche conduces metido en un espacio bien delimitado y confortable, mientras que en moto viajas sumergido en el entorno. Has de saber que cuando vas en moto no hay filtros con tu entorno, y esto hace que puedas percibir olores, cambios de temperatura o humedad al instante. Una experiencia sensorial completa, sobre todo si se compara con la experiencia filtrada del coche.
Tal vez ni siquiera hace falta decirlo, pero…ser motociclista mola, sin más. Mola por el mundo en el que entras, el de los motociclistas, una verdadera comunidad formada por personas que hablarán tu mismo idioma. Te encontrarás charlando con completos desconocidos como si fueran amigos de toda la vida... Y además, ¡no hay comparación! Has de tener una moto aunque solo sea para llevar un mono, como los auténticos campeones de MotoGP. Un mono como nuestro Laguna Seca, el icono de los monos de piel. Es un mono de piel preformada pero flexible gracias a los insertos elásticos, y se puede combinar con botas IN como las Axial D1, que se enganchan debajo del mono con un velcro. También está preparado para el kit waterbag, la bolsa de agua en la joroba aerodinámica, para beber mientras se conduce durante las sesiones más calurosas.
Después de todas estas explicaciones, habrás entendido por qué deberías pensar en comprarte una moto. Ya sea nueva o usada, no importa, solo tienes que saber orientarte. Para terminar, aquí tienes algunos consejos. En el caso de una moto nueva tendrás todas las ventajas del caso: un cierto número de garantías, la seguridad de disponer de la mejor tecnología (sobre todo en lo que se refiere a la electrónica, ahora cada vez más avanzada y funcional) y de utilizar un vehículo potencialmente más duradero y fiable. Por otro lado, una moto usada ofrece la indiscutible ventaja del precio, muy inferior a la nueva, pero por otro lado requiere una buena preparación para evaluarla. Si quieres estar seguro, te aconsejamos que te dirijas a un concesionario (que suele ofrecer también garantías), pero si quieres aventurarte en la jungla de los anuncios privados… llévate contigo a un amigo experto: podrá indicarte cualquier problema oculto y aconsejarte cuál es la mejor moto para ti.
¿Ya te las has comprado? Bueno, el paso siguiente, antes de salir a divertirte, es hacerte con el mejor equipo. Es muy importante prepararse bien y usar equipo de protección para ser libre de verdad. La seguridad es el primer elemento que contribuye a sentir confianza al ir subidos en el sillín de la moto, al margen del nivel de experiencia.