Cada vez que te subes a una moto debes protegerte, ya sea para un viaje o un trayecto corto. Casco, espaldera, chaqueta y guantes, hasta aquí todo bien. Sin embargo, a menudo tendemos a descuidar el calzado. Por alguna razón, en muchos casos, la gente se conforma con proteger la parte superior del cuerpo y no se preocupa de los pies y los tobillos. Como si no fueran las únicas partes del cuerpo que están constantemente en contacto con el suelo.
Así es, los pies son la única parte del cuerpo que muy a menudo toca el suelo aun cuando no llegamos a caernos. Por lo tanto, deben protegerse, al igual que todos los demás puntos sensibles, como la cabeza y la espalda. ¿Con qué frecuencia, incluso cuando te mueves por la ciudad, pones el pie en el suelo sin el debido cuidado? Ya sea al pararte en un semáforo de forma brusca o para salvarte de resbalar con la moto a baja velocidad. Es fácil entender que un par de zapatillas de deporte o botas normales no es suficiente para garantizar la seguridad de los pies y los tobillos.
Para proteger los pies y los tobillos no siempre es necesario llevar botas de MotoGP, existen zapatos diseñados según estrictos criterios de certificación que garantizan tanto la protección durante la conducción como la comodidad una vez que te bajas de la moto. Este calzado destaca por los numerosos refuerzos de la zona de la puntera, en la zona de contacto con la palanca de cambios, en el talón y en el maléolo.
Para obtener la certificación, el calzado de moto se somete a pruebas de abrasión, resistencia a los impactos, resistencia a los cortes, indeformabilidad de la suela y muchas más. Solo si superan todas las pruebas, estos zapatos pueden ser clasificados como EPI (Equipo de Protección Individual).
Sin embargo, no hay que suponer que un zapato de protección para moto tiene que ser pesado y que solo puede utilizarse durante la temporada de entretiempo. Muchos modelos de Dainese están optimizados para la ventilación al emplear tejidos resistentes a la par que transpirables, lo que hace que el calzado sea cómodo incluso en climas muy cálidos. En cualquier caso, se trata de un calzado abotinado, ya que la cobertura del maléolo es un requisito para la certificación.
Para el invierno y las épocas de lluvia existen zapatos desarrollados de forma especial, gracias a la integración de una membrana impermeable dentro del empeine. Esta membrana puede ser de Gore-Tex® o de otro tipo, pero su función no cambia. Cualquier membrana tiene siempre un sinfín de diminutos agujeros, lo suficientemente pequeños como para no dejar pasar las gotas de agua, pero lo suficientemente grandes como para permitir la transpiración, expulsando el calor y la humedad.
Por supuesto, la membrana no solo brinda protección contra la lluvia y la intemperie. También es el aliado más valioso como escudo contra el aire y las bajas temperaturas, tanto en el calzado como en el resto de elementos de la ropa de moto.
Ya sea en verano, en invierno o en entretiempo, hay un zapato de moto diseñado específicamente que combina la protección certificada con la funcionalidad de una zapatilla normal una vez que llegas a tu destino, tanto si vas de excursión un domingo como si te desplazas en moto al trabajo. Lo importante es no descuidar nunca la protección de pies y tobillos.